Este es un fragmento de mi libro que comencé a escribir hace 3 años y quedó a medias, alomejor en algún momento de mi paso por este mundo lo termino. Dedicado a una mujer que en un instante de mi vida lo fue todo para mí...
.......El día era frío y apagado, a eso de las siete de la tarde decidí ir a verla aún nosé por qué pero ese día tenía que encontrarme con ella. Habíamos discutido días antes, debido a mí ánimo cambiante por lo que imaginé que el encuentro no iba a ser agradable para ambos pero aún así seguía con ganas de verla.
Al llegar a su casa me recibió con una sonrisa en el rostro y un abrazo, el cual fue acompañado con un cálido beso en la mejilla parecía como si nunca hubiéramos discutido y como si ella al igual que yo hubiera esperado con ansias el momento de verme.
Caminamos sin rumbo tocando todos los temas que se nos venían a la mente, comenzó a caer la noche y la temperatura era muy baja. Nunca lo había pensado pero debido al frío decidí darle la mano, su mano estaba fría al igual que la mía, concentré la mirada en sus hermosos ojos y una sensación extraña me invadió. Una brisa helada acarició su pelo, sus ojos brillantes se concentraron fijamente en mí. Creo que en ese instante el tiempo se detuvo para los dos.
No insinuamos ni una palabra. Era tarde y decidimos que era mejor que ella volviera a su casa y yo a la mía y así fue, Estoy seguro que esa noche ella al igual que yo sintió algo extraño.
La idea que existiera algo más que una simple amistad entre nosotros era algo en lo que nunca habíamos pensado estábamos bien como amigos. Ella pololeaba pero últimamente su relación no andaba bien por lo que me había contado.
Pasaron los días y esa extraña sensación seguía en mí, le conté todo lo sucedido a un amigo y éste al escucharme sonrió y me dijo "algún día tenía que sucederte a tí también", en el momento no lo entendí por lo que seguía tratando de explicarme el por qué de esa sensación.
Decidí ir a verla en busca de una respuesta, ella me recibió igual que muchas otras veces pero en su rostro y en su forma de actuar notaba que no era solo yo el que sentía algo en ese momento. Me hizo pasar a su casa, hablamos muy poco, ella se detuvo frente al televisor, la abracé y acaricié sus manos y cada vez me hablaba más suave y tiernamente La miré fijamente a los ojos, exactamente en ese momento todo me quedó claro, estaba enamorado, deslicé suavemente mis manos hacia su cintura e insinuando suavemente su nombre la besé y esa sensación extraña volvió a recorrer mi cuerpo, ella me respondió el beso y se acerco más a mí, pero de manera brusca corrió su cara segundos después, le dije te amo el silencio se apoderó de aquel mágico momento, ella me miró y me abrazó fuertemente…...